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Me levanté temprano. Mi despedida de Granada fue breve ya que a las 9:00 hs tomé el colectivo SN1 hacia la terminal de autobuses. Pasa por la av. Severo Ochoa y tarda media hora en llegar. No había reservado pero compré el primer pasaje a Sevilla. El pasaje de Alsa me salió € 23,69 + 1 por el seguro de viaje (optativo). El micro salía a las 10hs así que tuve que esperar un rato.

Fue un viaje entre sierras y olivares. El colectivo no me dejó en la terminal principal de Sevilla (Plaza de Armas) sino en otra más pequeña (Prado de San Sebastián) y tuve que improvisar. Tomé el tranvía al centro y la verdad es que tuve que caminar muy poco hasta el hostal Unión Campana. Está muy bien ubicado, a metros de la Plaza del Duque que tiene  taxis día y noche. Es muy céntrico. El edificio es antiguo y me mataron las escaleras. Tengan en cuenta que la recepción está en el primer piso. No cuenta con desayuno, pero tiene muy buena calefacción. Algo es algo. La habitación era pequeña pero tenía televisor y balcón a la calle. El baño era medio raro porque parecía una inclusión de último momento. Igual era funcional.

Empecé almorzando una paella de mariscos de La Paella a sólo € 5,95. En Buenos Aires hubiera sido impensable. Riquísima. Caminé hasta el río Guadalquivir y realicé un paseo en barco por el río con la empresa Cruceros Torre del Oro (€ 16). No es gran cosa, pero estaba antojada con un paseo en barco. Es un recorrido de una hora que va atravesando varios puentes. La explicación no es muy buena, pero el río es hermoso. ¡De aquí salieron Cristobal Colón, El Cano y Magallanes!

Luego volví por la costa y pasé por el supermercado de El Corte Inglés que está a dos cuadras del hotel. Compré comida para el desayuno y para la cena.

Estanque de Mercurio

 

Al otro día fui primero al Real Alcázar. La entrada sale € 9,50 e incluye el Antiquarium. Entré a las 11hs y estuve varias horas. Si son seguidores de «Game of Thrones» sepan que las escenas del palacio de Dorne fueron filmadas en el Alcázar. Es hermoso, claro, pero desmerece al compararlo con La Alhambra. Creo que es mejor comenzar por Sevilla y luego cerrar con Granada como broche de oro. Lo malo es que no te dan ni un mapa, si querés algo tenés que pagarlo aparte. El Palacio Mudéjar de Pedro I es sin dudas lo mejor: el salón de los embajadores, la alcoba real, el patio de las doncellas, el patio de las muñecas… Imperdible. No visité el primer piso (había que pagar extra) ya que es la parte más «moderna», utilizada habitualmente como residencia de la Casa Real Española desde la época de los Reyes Católicos.

Después de este palacio, quedé admirada con los jardines. No, no hay palabras para describirlos. El estanque de Mercurio es fascinante. Hay un pequeño laberinto de setos, varias fuentes y, dividiendo los jardines, la galería del Grutesco. Mucha gente pintando los jardines.

De allí fui a la Catedral de Sevilla y a La Giralda (alminar de la antigua mezquita que estaba en el lugar de la iglesia) y, obviamente, también tuve que pagar entrada: € 9. Había un poco de cola. La catedral gótica es impresionante. No en vano es la catedral gótica  más extensa del mundo con 23.500m2. El retablo mayor es una obra de arte. Obra del escultor Pedro Dancart, el retablo llevó más de 80 años para terminarse. Tiene 27,8 x 18 mts y ha sido restaurado recientemente. Te deja con la boca abierta. También es interesante subir a La Giralda y ver la ciudad de Sevilla desde el campanario. Lleven su palo de selfie, si lo tienen.


Pueden visitar la tumba de Cristobal Colón y el hermoso patio de los naranjos.

Salí con hambre porque ya era tarde. Compré una ración de paella de arroz negro que preferí comer en el hostal. Volví a salir. Se había nublado y empezaba a lloviznar.

Fui a la iglesia del Divino Salvador cuya entrada va incluida en la de la Catedral. Hay que aprovechar TODO. Era, como pueden imaginar, otra antigua mezquita. Es linda, pero nada de otro mundo. Decidí ir al Hospital de la Caridad pero dejándome perder por las intrincadas calles de Sevilla. Nada de mapas. Así es como uno conoce la esencia del lugar.

Y así es como llegué a la Cuesta del Rosario y a un cartel que indicaba que Miguel de Cervantes había mencionado esa calle en una de sus novelas. Sí, estaba entrando en otro universo. Me metí por callejuelas sin rumbo fijo. Y sin buscarlo, encontré lo que estaba buscando. Cuando tenía 14 años leí La hermana San Sulpicio de Armando Palacio Valdés que se convirtió -en aquel entonces- en una de mis novelas favoritas y en una de las razones para conocer Sevilla. Pues bien, en una de esas calles hallé este cartel: «El insigne novelista Armando Palacio Valdés situó en esta calle Argote Molina la casa de Gloria Bermúdez, gentil sevillana protagonista de La hermana San Sulpicio…». Me quedé paralizada por la emoción. ¿Creen en las casualidades?

Llegué finalmente al Hospital de la Caridad para conocer el sitio que construyó Miguel Mañara. Yo conocí a Miguel Mañara a través de la obra de teatro de Vladislas Milosz y su leyenda de don Juan Tenorio. Ahora quería conocer la verdad. La entrada sale  €5 e incluye una audioguía. Ojo, sólo es para interesados en Miguel Mañara. La iglesia contiene cuadros de Murillo y allí está la cripta del venerable Mañara. En el patio hay unos rosales que él mismo plantó y que dicen que son milagrosos.

¿Terminó ahí mi día? ¡No! Fui al Antiquarium (ya que me resultaba gratis y estaba cerca del hostal). Yo no sabía qué era así que me sorprendí gratamente. Es un recorrido arqueológico por la antigua ciudad de Sevilla, la Hispalis romana. Resulta que en 1999 cuando empezaron a excavar para construir unos estacionamientos subterráneos encontraron vestigios de la Colonia Romula Hispalis: una factoría de salazones, mosaicos de varias casas, etc. ¡Hispalis!

Fue un día muy completo. Mi cena fue sencilla: unos nuggets de pollo de Burger King que estaban muy baratos. No, nada típico. Me cansé de paella.


El sol reverberó en toda Sevilla al día siguiente. Fui caminando despacio hasta la Plaza de España ya que era un poco lejos. ¿Saben qué se filmó allí? El palacio de Naboo en Star Wars, episodio II. Mala película, hermoso escenario. La Plaza de España es hermosa y es uno de los sitios que más me ha gustado de Sevilla. Sus rosas, sus puentes, arcos y columnas. Es realmente como estar en una película. No en vano también ha aparecido en Lawrence de Arabia (1962), El dictador (2006), etc.

Seguí caminando hasta el Museo Arqueológico. €1,5. ¡Por fin algo barato! Me fascinó especialmente la parte de historia fenicia de Sevilla, cuando se llamaba Spal. Hasta hay un mito en el cual se cuenta que Heracles fundó la ciudad persiguiendo a Astarté. Pasé un buen rato en el museo. Viendo por primera vez obras romanas auténticas y en cantidad.

Salí cansada así que tomé el colectivo 3 a la terminal de Plaza de Armas. Los colectivos en Sevilla son más caros que en Granada, salen €1,4 pero la verdad no podía seguir caminando. Eran las 13:49hs y no había parado desde la mañana. No, no paré a comer. El tiempo es oro. Desde la terminal tomé el bus a Santiponce para visitar las ruinas de Itálica. Los buses a Santiponce salen del andén 41 y el pasaje sencillo cuesta €1,55 (que se paga al chofer). En informes me dieron un listado con todos los horarios. Tuve que esperar un rato, pero no mucho. El trayecto duró media hora. Hay que bajarse en la última parada. Es fácil. No vale la pena pagar una excursión.

El Conjunto Arqueológico de Itálica da cuenta de una ciudad de emperadores (Trajano y Adriano), una hermosa urbe del siglo I. Por alguna extraña razón no me cobraron la entrada. No va mucha gente. El anfiteatro es grandioso y en las galerías me sentí como uno de los gladiadores. Hay restos de casas con alucinantes mosaicos, termas, negocios. Un viaje en el tiempo y a pleno sol. ¡En remera en invierno! Lástima que perdí uno de mis aros nuevos entre las ruinas. Volví en el colectivo de las 17:30, antes que anocheciera.

Pasé al Corte Inglés a comprar alguna pavada y terminé comiendo una hamburguesa en Burger King ya que en la terminal había encontrado un cupón de descuento para un menú. Todo vale para ahorrar. Me acosté temprano ya que tenía que madrugar. Y mucho…

NOTAS:

  • Me quedó mucho por conocer pero tuve que elegir. Pendientes: Casa de Pilatos, Palacio de la Condesa de Lebrija, Basílica de la Macarena (me la recomendaron en la Hermandad de la Caridad), Parroquia de la Magdalena. Tomar un té en la confitería La Campana. Creo que esto último es de lo que más me arrepiento.
  • Si prefieren contratar un tour, la empresa Naturanda -para dar un ejemplo- tiene excursiones a Doñana, Pueblos Blancos, Granada, Córdoba, Cadiz, Gibraltar, Tanger, Aracena, Itálica y Carmona. La zona tiene mucho que ofrecer. También alquilan bicicletas.
  • Todos los días a las 10:30hs en la Puerta de Jerez la empresa Feel the City organiza tours gratuitos (paraguas violeta). Pasan por la catedral, la Giralda, el ayuntamiento, el puente de Triana, la plaza de toros, la torre del oro hasta Plaza España. Un paseo que parecía interesante (€ 12) es el de Leyendas del Barrio de la Cruz que sale desde la Puerta de Jerez todos los días a las 17hs.
  • Hay paseos en carruajes por la ciudad. No son muy caros si lo comparten entre varios.
  • Sitios donde comer de manera económica que no llegué a conocer: Los coloniales; Freiduría La Isla; Patio San Eloy.

Plaza de España