Viajé entonces desde la ciudad de Mendoza a San Rafael. Tenía una reserva en un hostel ubicado casi enfrente de la terminal, el hostel San Rafael (sí, no se gastaron con el nombre). ¿Qué puedo decir? Cuando llegué había un quilombo bárbaro, con música a todo volumen. ¿Es recomendable? Depende. Si tenés 20 años y te gusta tener fiestas todas noches, sí. Si buscás un hostel más serio, no. El hostel es una casa adaptada para tal fin. Mi habitación era amplia y cómoda (yo pedí con baño privado), con televisor y ventilador. La cocina era linda y había una pileta en el patio. Sin embargo, era muy ruidoso y tenía varias falencias. Franco, el dueño, es muy amable pero dejaba que un par de voluntarios mochileros se encargaran del hostel. Le ponían onda pero no tenían experiencia y, de hecho, eran los que promovían bailantas de noche y ponían la música a todo volumen hasta las 3am. Hasta pensé en irme a dormir al baño. Mejor ir en temporada baja. Otros problemas. ¡No me dieron toalla! Las tenían que lavar y no las llevaban al lavadero. Me tuve que arreglar con una sábana. El desayuno era una lotería. Se suponía que empezaba a las 8:30 (incompatible con las excursiones que suelen empezar más temprano) pero a veces ni después de las 9 horas tenían algo preparado. ¡Se quedaban dormidos! Dos veces tuve a abrirle a la señora de limpieza. La ubicación, eso sí, es genial.
Hay otros alojamientos que pueden conseguir por el mismo precio en San Rafael.
- Hotel Almería, ubicado justo en el centro. Me comentaron que es bastante bueno. No contestan emails. Lo mejor es llamar por teléfono.
- Casa del Maestro, también en el centro.
- Hostal Nahuel, un poco lejos del centro pero con una hermosa piscina.
El Nihuil
Apenas llegué salí a comer un helado en Josselin y comprar sandwiches de miga y algunas excursiones. Me recomendaron la empresa Nueva Cepa. Contraté por tanto para el día siguiente un tour al Cañón de Atuel. Es la excursión más importante en San Rafael.
Nuestra primera parada fue en El Nihuil, un embalse formado sobre el río Atuel. Es el más grande de la provincia de Mendoza y es hermoso. Se respira mucha paz.
Luego entramos en el cañón, recorriendo el río Atuel. Pese al humo ocasionado por los incendios en Chile, quedamos impactados por las geoformas, especialmente por el «submarino» en el embalse Valle Grande. Me encantó. Luego seguimos viaje hacia Valle Grande. Ahí existen muchas empresas que se dedican a turismo aventura. Nosotros fuimos a hacer rafting en el río ($300). Yo me animé porque dicen que es un buen río para principiantes. Fue muy divertido. De allí fuimos a recorrer la bodega Labiano, una bodega bastante antigua. Aunque al final no lo compré, me gustó el licor de vino y ciruela.
Ya de vuelta en el hostel, cociné milanesas para el día siguiente y me preparé una ensalada de atún para cenar.
Embalse de Valle Grande
No estaba muy segura de qué hacer al otro día. Originalmente había pensado en ir por mi cuenta a Valle Grande (hay micros desde la terminal) y allá probar suerte con varias actividades, pero al final compré una excursión a Los Reyunos (hay colectivos a Los Reyunos, pero sólo los fines de semana).
¿Qué se puede hacer en Valle Grande además de rafting? Bueno, hay un catamarán para recorrer el lago artificial y un parque arqueológico con pinturas rupestres. ¿Actividades? Yo me quedé con ganas de hacer cool river, tirolesa y arborismo. Abajo les paso los datos de algunas empresas. La excursión a Los Reyunos fue regular. Tal vez debí haber ido a Valle Grande de nuevo.
Hablemos de Los Reyunos. La primera parte estuvo muy buena. Fuimos a un sector del embalse realmente precioso. Si nos hubiéramos quedado ahí, creo que el paseo hubiera sido mucho mejor. Esa parte está bajo la concesión de la empresa Kaike y tiene varias actividades. Yo me animé a hacer tirobangi, una variante de la tirolesa en la que no se utilizan las manos para frenar. Muy lindo pero ¡muy rápido! Eso fue lo mejor del día. Como dije, yo hubiera preferido quedarme. El paseo en catamarán desde esta zona lleva hasta unas geoformas que sólamente se ven desde una embarcación. También me comentaron que hacer buceo allí es bastante impresionante porque se puede seguir la línea de las montañas.
Pero la cosa es que no nos quedamos. Salimos hacia el Club Náutico ($65 de entrada). Como algunos querían almorzar y no quisieron el asado que ofrecían de parte del tour, perdimos tiempo en Inti-Co (yo me había llevado el sandwich de milanesa). No vayan!!! La atención es pésima y los platos son caros. Aunque yo no comí, la opinión de los demás fue que: a) en 1 hora nunca les sirvieron la comida (en un caso se la dieron para llevar y en otro se quedó sin comer), b) estaba fría, c) no era lo que habían pedido.
Los Reyunos
Finalmente fuimos hasta el camping para pasar la tarde. Estaba LLENO de gente. Yo decidí tomar el catamarán que salía a las 15hs ($150) para recorrer ese sector del lago. Estuvo bien pero me pareció muy corto. Después me metí un rato al embalse ya que hay un sitio -pequeño- autorizado para nadar. Estaba repleto de gente aunque las aguas del río Diamante son bastante frías. Nadé un poco para entrar en calor.
A la vuelta, y a mi pedido, pasamos y paramos un rato en la antigua iglesia «Nuestra Señora del Carmen» de la Villa 25 de Mayo. La Villa fue el primer asentamiento colonizador de la zona. Creo que vale la pena visitar el lugar. Yo me quedé con ganas de conocer el Fuerte Histórico. Pueden ir en colectivo. La empresa Buttini va con el 575 y el 543.
Ya de vuelta en el hostel, compré empanadas en la rotisería Guillén (Paunero 358, tel: 0260-4439304/ 154503700, hacen envíos).
Al día siguiente pasaron a buscarme a las 7:20. Había contratado una excursión a El Sosneado. Hay pocas empresas que van. Yo la conseguí en Tierra del Vino, pero en verdad sólo fueron los intermediarios. La agencia se llama Diamante Viajes y tiene oficinas en San Rafael y en Malargüe. Fue una de las mejores excursiones del viaje. Una gran experiencia. Tengan en cuenta que es imposible ir por cuenta propia (salvo que tengan auto). Nosotros fuimos con un micro 4×4 porque el camino es complicado.
La primera parada fue en las Salinas del Diamante. ¡Yo no sabía que existían salinas en Mendoza! Tuvimos una pequeña charla sobre los distintos tipos de sal y compré algunas que acá no se consiguen. No son las Salinas Grandes de Jujuy, pero también son preciosas.
La siguiente parada fue en el pueblo de El Sosneado. Nos detuvimos a desayunar en el Parador El Chacallal. Las mejores medialunas, en serio. Creo que le gana a las medialunas del Parador Atalaya (Chascomús). Recién hechas, calentitas. Para comerte una docena vos solito.
Dejamos atrás las casas y nos metimos por camino consolidado. Nos acercamos a la cordillera. Paramos a sacar fotos desde donde se veía perfectamente el cerro El Sosneado, escenario de la tragedia de 1972. Allí cayó el avión uruguayo con los jóvenes jugadores de rugby y sucedió el «milagro de los Andes». Seguimos entonces hasta un hotel abandonado, antaño lujoso: el Hotel Termas El Sosneado. El hotel fue inaugurado en 1938, pero cerró sus puertas a mediados de 1953. No se sabe bien por qué lo abandonaron. Ahora sólo quedan ruinas de un esplendor pasado.
Almorzamos un sandwich de jamón crudo tratando de protegernos del viento entre sus ruinas y luego disfrutamos de un largo rato en una de las piletas termales de azufre (agua tibia, hermosa). La pileta de hormigón tenía agua más bien fría así que todos fuimos a una pileta natural que está al lado. No tengo palabras para describir lo que significó estar en una pileta termal rodeada de un paisaje de película.
Nos fuimos y llenamos las botellas en un arroyo de agua mineral. Luego merendamos en la Laguna del Sosneado. Fue un día para recordar.
El último día en San Rafael me levanté un poco más tarde. Ya no quedaba mucha gente en el hostel así que estaba tranquilo. Fui a pasear por el centro de la ciudad: la peatonal, la iglesia, las tiendas de sourvenirs… Junto al Museo Ferroviario hay un sitio con artesanías MUY BARATAS.
Laguna El Sosneado
Me quedaron pendientes el Museo Ferroviario, el Museo de Historia Natural (que queda cruzando el río Diamante) y los puestos de artículos regionales y artesanías que están cerca de este museo. Pueden tomar el colectivo 540 porque está a unos 9km del centro. También me hubiera gustado visitar el Laberinto de Borges: parece un lugar realmente mágico.
A las 13hs tomé el micro hacia Malargüe.
DATOS:
- Email Franco Aveiro, Hostel San Rafael: hostelsanrafael@gmail.com / Tel: 0260-4421800 No sé si el hostel continúa funcionando.
- Bosque aéreo Euca. Diversión y aventura en Valle Grande. Más de 40 juegos con plataformas en árboles.
- Parque de aventura en Las Tinajas. Risco Viajes.
- Turismo aventura Saint Joseph, Valle Grande. (0260) 154673443
- Argentina Extremo Rafting, Valle Grande- (0260) 154612437
- Nihuil aventura, El Nihuil. 260-4581150
- Kaike Turismo Aventura, Los Reyunos: tirobangi, buceo, rappel, etc. info@kaike.com.ar 260- 4302617
- Parque arqueológico Las Tinajas (camino a Valle Grande). Cueva y pinturas rupestres. 0260-154677010 Ruta 173 km 13, camino interno km 4,5.
- Colectivos Iselín a Valle Grande, línea 515. Tarda 1hora15min. Desde la terminal de San Rafael a las 7, 9,11,12, 13, 15, 17, 18:30 y 23:45. Cañón del Atuel y El Nihuil sólo sábados, domingos y feriados a las 8hs. La empresa también tiene transporte a Malargüe, Las Leñas y ciudad de Mendoza.
- Micro a Los Reyunos. El servicio lo presta la empresa Buttini por medio del ramal 575 y rige para sábados, domingos y feriados en tres frecuencias. El primero de los micros que sale de ciudad se puede tomar a las 9:30 de la mañana llegando a Los Reyunos a las 10.45, el segundo sale a las 12:30 y llega al destino a las 13.45, y el último parte a las 16.50 para llegar a Los Reyunos a las 18.05.Para el retorno, el primer micro sale del embalse a las 10:50 y llega a San Rafael a las 12, el segundo parte a las 13:50 y arriba a la ciudad a las 15, mientras que el último parte de Los Reyunos a las 18:10 y llega al centro a las 19:20.
- Agencias de turismo con 4×4: Argentina Expediciones, Sierra Negra (recomendada) y Bruni.
- Otras excursiones para hacer desde San Rafael (no tan comunes): Laguna del Diamante y desierto de las Huayquerías.
Panorámica desde el Hotel El Sosneado