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Jujuy, Purmamarca, Salinas, Salta, San Antonio de los Cobres, Tastil
¿Otros sitios para conocer en Salta? La feria de Esteco (muy cara), el paseo de los poetas, la feria provincial de artesanos (que en aquel momento estaba en El Palacio Galerías) y la Casa de Güemes. Este último es un restaurant nada recomendable (no tiene variedad y la comida era demasiado picante). La Casa pertenecía en verdad a Macacha Güemes, hermana del héroe de la independencia, y funcionaba como tesorería. Hay otra feria de artesanos en la calle Balcarce, cerca de la estación de tren.
No se pierdan el helado de cabernet y de cayote con nuez de Adriano, a media cuadra de la plaza principal sobre Caseros.
Aburrida, esa tarde decidí tomar el city tour. Yo desconfío de los city tour, pero este estuvo bien.
Subimos al Cerro San Bernardo por la ruta, paramos en el Monumento a Güemes y pasamos por el lugar de la batalla ganada por Belgrano un 20 de febrero.
De allí fuimos a la Quebrada de San Lorenzo. Bueno, no entramos específicamente a la Quebrada pero pudimos ver el río serpenteante y admirar el paisaje antes que anocheciera. Algunos tomaron algo en el Duende de la Quebrada, que es un sitio muy acogedor. Ahora me entraron ganas de volver!!!
Finalmente, y ya de noche, fuimos al Mercado Artesanal.El Mercado funciona desde 1968 en una antigua casona colonial, un edificio construido a mediados del S. XVIII. La finca fue adquirida por José Medeiros quien construyó la casona de esta finca en 1807, de paredes de adobe con cimientos de piedra y calicanto de más de tres cuadras de largo. Es hermoso. Hay que revisar los precios. Yo conseguí un pullover de llama baratísimo.
Al día siguiente, y para despedirme, viajé en una larga excursión a las Salinas Grandes de la provincia de Jujuy. La mejor manera de ir a las Salinas es viajar hasta Purmamarca y de allí tomar un remise compartido, tal como comenté en una entrada previa. Pero si están en Salta y no tienen mucho tiempo, esta es una opción para ustedes.
La primer parte del viaje era ir hasta San Antonio de los Cobres. Salimos bien temprano y paramos varias veces a tomar fotos. La parada más larga fue en Santa Rosa de Tastil, un pueblito sin electricidad. A 2.500 mts se encuentran las ruinas de lo que fuera un antiguo poblado pre-incaico que existió en el lugar entre los siglos XIV y XV. Sin embargo, el guía no quiso llevarnos a allí ni explicarnos nada (era de lo peor). Hay un museo regional que tampoco visitamos. ¡Por eso no me gustan las excursiones! Si van en auto, procuren recorrer el lugar.
De Tastil fuimos directamente al pueblo minero de San Antonio. ¡Increíble la diferencia de tiempo que lleva hacerlo en combi en vez de en tren! No es una localidad especialmente interesante. Almorzamos en El aujero, visitamos la iglesia y seguimos viaje.
De San Antonio de los Cobres, un viaje de tres horas por camino de ripio en medio de la nada. Fotografiamos algunas llamas salvajes que estaban bebiendo agua y continuamos por el desierto. Finalmente arribamos a las Salinas, unas de las más extensas del mundo. Era un paisaje de otro planeta: un planeta blanco, impactante. Todo esfuerzo valió la pena. Lástima que había mucho viento.
Partimos hacia Purmamarca, ya por una ruta asfaltada. Llegamos a 4.170 mts de altura antes de descender por la magnífica cuesta de Lipán. Ya hablé de Purmamarca, así que no voy a agregar nada. Tuvimos una parada muy breve y, como era de tarde, el cerro de los siete colores, no era tan impresionante.
Llegamos a la ciudad de Salta pasadas las 21hs. Yo fui a cenar al restaurant del hotel Regidor porque quería pastas. Estaba harta de empanadas.
Durante mi última recorrida por Salta volví a comer un helado en Adriano (esta vez de torrontés y quinotos al whisky).
Fui al aeropuerto en taxi.
Este año en mi regreso a Salta probé el turrón norteño. Una delicia.
Si no quieren gastar dinero en restaurantes, pueden comprar comida hecha en el supermercado VEA de la peatonal. Un buen sitio para cenar es van Gogh, frente a la plaza 9 de Julio (el menú incluye la bebida). Si quieren ir al Dique Cabra Corral, hay un colectivo que pasa cada hora por Av. San Martín.