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Arqueología, cascada, Cholula, Colectivos, Cuernavaca, Diego Rivera, México
Otra opción en la ciudad de México es visitar los denominados «Pueblos Mágicos» (hay un total de 26 en todo el país). Varios están a una distancia de pocas horas de la capital.
CHOLULA
Desayuné temprano y fui en subte – estación San Lázaro de la línea 1 – a la terminal del Oriente (TAPO) desde donde, a las 8:30hs, salía el micro Estrella Roja hacia Cholula, Puebla. Costó salir del DF por el tránsito, pero luego me encantó el paisaje. En algunos aspectos me recordó a la Patagonia. Claro que el ominoso y humeante volcán Popocatepetl provoca cierto respeto. Es un volcán activo de más de 5000 mts y en los últimos 20.000 años ha entrado 7 veces en erupción.
Tardamos dos horas y media en llegar a Cholula. No iba a la terminal así que me paró cerca de un OXXO y yo caminé al centro.
Cholula es un pueblo muy pintoresco, en el que se conjugan la historia y la religión. Lo primero que visité es el museo donde conocí la masacre de Cholula, la segunda ciudad en importancia del imperio mexica. Unos 6000 cholultecas fueron asesinados por las tropas de Hernán Cortés en su camino a Tenochtitlan, la mayoría civiles (1519). Después del museo atravesé un largo túnel de arco maya bajo la pirámide Tlachihualtépetl. Dos aclaraciones:
1. El túnel fue realizado por los arqueólogos para investigar el interior de la pirámide. Es extenso pero no antiguo.
2. La gran pirámide, el basamento piramidal más grande del mundo, pasa desapercibida. Se ve como un cerro con una iglesia en la cima. Está cubierta de árboles así que es imposible visualizarla como pirámide.
Arriba sí pueden entrar al Santuario de los Remedios construido con material de la misma pirámide. Dos culturas entrelazadas… Desde allí hay un mirador y se pueden sacar buenas fotos del volcán y del pueblo. Abajo de la pirámide-cerro se puede recorrer una zona arqueológica de estilo teotihuacano. Está restaurada pero uno no puede acercarse mucho. Lo más interesante es el patio de los altares y su acústica.
Luego fui a recorrer tiendas de artesanías, el inmenso convento de San Gabriel (s. XVI), la iglesia de San Pedro, el museo de la ciudad y los Arcos.
¿Qué es lo típico de Cholula para comprar? Bueno, recomiendo los camotes, el rompope Santa Inés de piñón (es un licor delicioso), piezas de cerámica fina. La talavera poblana es un tipo exquisito de cerámica propio de la zona. Tienen en general muy lindas artesanías y bordados.
Decidí no irme muy tarde, así que pronto emprendí el regreso. La terminal está cerca del centro y hay un micro que sale a las 16:30. Por error fui hasta la Plaza San Diego (un shopping) que es el punto de partida de los micros. De allá salí a las 16:20.
Desde la terminal TAPO volví a tomar el subte y cené en Sanbors, a la vuelta del hotel.
Pd. No paré en Puebla, ubicada a 8 kms de Cholula, pero me gustaría ir y visitar el volcán inactivo Cuexcomate, el volcán más pequeño del mundo. Uno puede descender a su interior.
CUERNAVACA, la ciudad de la eterna primavera
Aunque Cuernavaca no está clasificado como «Pueblo Mágico», bien podría estar en la lista. Para ir a Cuernavaca nuevamente tomé el subte a una terminal. Es la manera más cómoda de manejarse. Fui en la línea 2 hasta la estación La Tasqueña, en las inmediaciones de la Terminal Central del Sur, también llamada La Taxqueña (no sé por qué el cambio s/x). El DF tiene cuatro terminales de autobuses: una por cada punto cardinal. Cada una tiene diferentes destinos así que es importante averiguar desde qué terminal salen los micros elegidos.
- Terminal Central de Autobuses del Poniente (no llegué a conocerla). Estación del Metro Observatorio.
- Terminal Central de Autobuses del Oriente (TAPO). Estación del Metro San Lázaro.
- Terminal Central de Autobuses del Norte. Estación del Metro Autobuses del Norte.
- Terminal Central de Autobuses del Sur (Taxqueña). Estación del Metro La Tasqueña.
Tomé el de las 8:46 al centro de Cuernavaca que tardó poco más de una hora. Empresa Pullman de Morelos. Fue un camino de curvas y cerros. Me recordó imágenes de Montecarlo… según las películas, claro. Una vez allá me costó encontrar un módulo de turismo donde conseguir un mapa. Lo mismo me pasó en Cholula. Por las dudas, y para ir segura, me tomé un taxi hasta las ruinas de Teopanzolco, vestigio de los Tlahuicas y del dominio mexica en la región (hubiera sido más práctico ir en el micro que paraba en Casino de la Selva). Originalmente yo quería ir a Xochicalco, pero como no conocía la zona y era un poco complejo no me animé. Espero que mis lectores no sean tan tontos como yo. Si quieren ir a Xochicalco toman desde el DF el micro a Coatlán del Río, se bajan en el Crucero a Xochicalco y de ahí un taxi al sitio (o caminan 4 kms). También se puede ir desde Cuernavaca con la misma empresa. Cuernavaca da para pasar la noche. Es una hermosa ciudad (y lo de la eterna primavera es real!!!).
En Teopanzolco me fascinó la pirámide de los templos de Tlaloc y Huitzilopochtli. Hubo un raro contrate entre la visita escolar de un grupo de niños de jardín de infantes jugando entre las ruinas, y la cartelería que explicaba cómo en los templos se celebraban sacrificios humanos. No son unas ruinas fuera de serie, pero no dejaron de ser interesantes. Además no había mucha gente.
A una cuadra del sitio arqueológico, en Av. Río Mayo, tomé el camión pesera 10 (colectivo) al centro. Muy linda zona. Volví al zócalo y fui a recorrer el palacio de Cortés, ahora museo Cuauhnáhuac. Impresionante. Aprendí muchísimo. Ahora no tengo tiempo para mencionar todo. El palacio fue ordenado a construir por Hernán Cortés para funcionar como su residencia. Su época de oro duró poco. Lo mismo ocurrió con su fortaleza que, después de siglos de ser ocupada como cárcel y sede de gobierno, terminó casi derruida, a tal punto que el edificio tuvo que ser reconstruido. Supe del repudio del emperador a las matanzas de Cortés, vi el sombrero del revolucionario Emiliano Zapata y un mural de Diego Rivera con la historia de Morelos (sí, le iba siguiendo la pista a Rivera). Los bocetos del mural están en el museo Anahuacalli.
Recorrí el mercado de artesanías, fui al Jardín Borda y caminé hasta la cascada del Salto de San Antón. Fue un poco cansador pero valió la pena. Finalmente visité la catedral del siglo XVI (antiguo templo franciscano). A las 17:30 tomé el micro de vuelta (casi enfrente de la catedral).
Cuernavaca tiene el clima ideal para mí 🙂