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Luego de Machu Picchu me fui al este, haciendo el camino inverso al mito (según el cual Manco Kapac y su hermana y esposa, Mama Ocllo, partieron desde el lago Titicaca con una vara de oro para buscar la tierra prometida y finalmente fundar Cusco).
Hay tres maneras de viajar a Puno, la ciudad a orillas del lago: por tren, bus directo y bus turístico. Lo más caro es el tren, lo más barato es el micro directo. Yo elegí la versión intermedia. ¿En qué consiste? Bueno, es un viaje que además funciona como tour. Fui con la empresa Turismo Mer quienes tuvieron la amabilidad de ir al hostal donde estaba alojada para que les pagara (45 dólares + 40 soles de entradas). La experiencia del viaje fue muy buena.
Salimos de Cusco a las 7:30 (de su propia terminal) con guía y azafata a bordo. La primera parada fue en Andahuaylillas para recorrer la iglesia de San Pedro, la Capilla Sixtina de América. Las pinturas murales de su interior son maravillosas. Adentro no se pueden sacar fotos, pero con tu entrada te regalan un cd con fotografías de ésta y otras iglesias.
Después paramos en Raqchi donde se encuentra el templo de Wiracocha. Acá quedé realmente impresionada. A pesar de haber visto dos días atrás las ruinas de Machu Picchu, Raqchi me dejó sin palabras. Imponente. Aún si no toman el tour a Puno, traten de ir a Raqchi. Yo sé lo que les digo.
Con el precio del transporte está incluido el almuerzo buffet. Paramos en Sicuani a comer. El restaurant, Pascana, tiene una ubicación inmejorable entre montañas. Hermoso.
La próxima parada fue en el abra de La Raya, a 4.335 mts. Sacamos fotos pero no nos quedamos mucho. Ese fue el punto más alto del viaje.
En Pukará fuimos al museo lítico y yo me compré en la calle los toritos de la fertilidad. Me hubiera gustado conocer el sitio arqueológico, pero no daba el tiempo.
Pasamos la ciudad industrial de Juliaca (mucho no me gustó) y llegamos finalmente a Puno. Allá contraté dos excursiones con la agencia Suri Explorer. No pude comparar los precios con otras agencias, pero puedo decir que el servicio fue bueno.
En Puno me hospedé en el hostel Huchuy Wasi. Lo reservé por hostelworld pero tengo los emails si les interesa. No es un hostel muy conocido ni céntrico, lo cual puede resultar incómodo si quieren ir a la terminal o al lago. Pero es barato y uno se siente como en su casa. El desayuno es muy completo, las duchas tienen agua bien caliente y te prestan una estufa eléctrica si uno la pide (yo tuve que hacerlo porque de noche el frío es terrible). Muy tranquilo.
Al otro día pasaron a buscarme a las 8:45 para ir a la isla flotante de los Uros. Desde el puerto tomamos un barco que se internó en el inmenso lago azul y llegó hasta una de las islas hechas de totora. ¡Todo estaba hecho de totora! (y se puede comer). Muy interesante. Por 10 soles nos llevaron de paseo en una de sus barcas hasta otra isla donde algunos almorzaron.
El Titicaca es el lago navegable más alto del mundo a 3810 mts. Tiene 176 kms. de largo y 50 kms de ancho aproximadamente. También conocido como Lago Sagrado, el Titicaca es el legendario lugar de nacimiento del Imperio de los Incas, donde el Dios Wiracocha emergió de las profundidades para crear a Manco Kapac y Mama Ocllo en la Isla del Sol, una de las 30 que ahí se encuentran.
Según una versión, su nombre deriva del vocablo aymara «Titi» que significa gato o puma y «Kaka» vocablo quechua para referirse a la «roca sagrada» que se encuentra en la Isla del Sol. Para otros, toma su nombre de la isla llamada Intikjarka, denominación que combina dos palabras: Inti, sol y Kjarka, peñasco.
Volví al hostel. A las 14hs fueron a buscarme para la segunda excursión, al sitio arqueológico de Sillustani. Las torres funerarias o chullpas de la cultura kolla son mucho más altas de lo que yo creía (unos 12 mts.) y se destacan en el paisaje. Algunas tienen un estilo incaico de arquitectura. Frente al sitio me impactó la isla Umayo en la laguna del mismo nombre. Tiene una forma única, hipnótica. Parece sacada del diseño de arte de alguna película de fantasía o ciencia ficción. Más para «Avatar» que para Perú.
Antes de volver a Puno, el guía nos llevó a una casa donde nos dejaron probar queso casero (muy salado) y papas. Ellos condimentan con una mezcla de arcilla y sal. No me animé a probarlo.
Al día siguiente volví a Cusco con el bus directo. Yo quería viajar de día y salir temprano. En el horario de las 8 am conseguí lugar en la empresa Tour Perú (50 soles). Sólo tuvimos una parada en Pukará para ir al baño o comprar algo para comer. Muchos desayunaron ahí.
En la terminal de Cusco estuve un rato regateando precio a los taxis para ir a mi nuevo hostal. Ya que era una sola noche, pensé en reservar en el sitio más económico (o casi) de la ciudad: Hospedaje Pumacurco. Nadie sabía dónde quedaba (y eso que está a tres cuadras de la catedral). Si les pasa lo mismo que a mí, y se encuentran con un taxista poco experimentado, díganle que vaya por la calle Palacio (un problema que tuve en Cusco es que las calles cambian de nombre cada dos cuadras o menos; así la calle San Agustín pasa a ser Herrajes, Palacio y Pumacurco). Le dicen que pare en la esquina de Huaynapata (hay un colegio). La calle Ladrillos (donde está el hospedaje) es peatonal. Está a media cuadra de la plaza de las Nazarenas.
Mi habitación era rara porque el baño estaba dentro del dormitorio separado por una especie de mampara. Nunca había visto algo así. El televisor de plasma parecía una tablet gigante y me costó entender tantas funciones.
Esa noche cené en Haylly. Tiene muchos menús y todos a buen precio.
Fue mi última noche en Perú.
Quedan los maravillosos recuerdos. Gracias!