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Argentina, El Chiflón, Ischigualasto, La Rioja, San Juan, Talampaya, Valle de la Luna, Valle Fértil
Sebastián, el dueño del hostel Valle de la Luna – Campo Base, me estaba esperando en la terminal de San Agustín de Valle Fértil (aunque si van desde La Rioja, el micro pasa ¡frente a la puerta del hostel! ¡De haberlo sabido antes!).
En principio el hostel me resultó muy ruidoso, tal vez porque estaba lleno y unos nenes ponían el televisor a todo volumen en la sala. Lo malo es que no resultó muy tranquilo (aunque después mejoró), lo bueno es que me hice amigos y lo pasé de diez. Todo es muy subjetivo. Ducha caliente, calefacción, desayuno incluido, buena atención. El wifi era deficiente, pero es un problema de Valle Fértil, no del hostel. Aún la señal de telefonía móvil es irregular. Hay carteles en la ruta indicando dónde hay señal de Claro, por ejemplo. Lo mejor fue que Sebastián organizó las salidas para tener transporte a los parques. De esa manera no salió tan caro.
El primer día acompañé a unos chicos del hostel al dique donde vi el atardecer entre docenas de garzas que retornaban a sus nidos. Comí pizza de Rocinante (una especial de roquefort palmitos, morrón, jamón y huevo) y me acosté. Era tarde. Por suerte el amenazante viento zonda nunca llegó. AGOSTO ES EL MES DEL ZONDA.
Al otro día me levanté con tiempo, desayuné y salí a dar una vuelta por Valle Fértil. Esa tarde casi todos los huéspedes del hostel fuimos de excursión a Ischigualasto o Valle de la Luna. Llegamos para el recorrido de las 16hs.
Aclaraciones sobre el Parque Provincial Ischigualasto. Las entradas tienen distintos precios, pero para argentinos sale $100 y extranjeros $160 (es más barato para residentes de la provincia). El circuito principal requiere llevar vehículo y hay distintos horarios para entrar. Hay un circuito a pie y otro en bicicleta pero no se suelen hacer en vacaciones de invierno. El ascenso al Cerro Colorado sale $100 (caminando) y el circuito en bicicleta también cuesta $100. Hacen un recorrido distinto al vehicular. También se realizan circuitos al amanecer y con luna llena. Hay zona de camping.
Antes de empezar el recorrido fui al mirador, al Centro de Interpretación con huesos reales de dinosaurios y a las tiendas de artesanías.
¡Por fin empezó la caravana de autos por el Valle de la Luna!
La primera estación es el Valle Pintado, la razón por la que le dicen el Valle de la Luna. Es un paisaje realmente selenita. Me hizo acordar del bosque petrificado La Leona, en El Calafate. Luego paramos en La Esfinge y caminamos hacia la Cancha de Bochas. Un extraño campo plagado con bolas de núcleo de hierro que aún no se sabe bien cómo se formaron. Volvimos a los autos y seguimos al famoso Submarino (al que hace poco el viento derribó uno de sus «periscopios»). Es impactante.
Entramos a un pequeño museo con dos dinosaurios in situ y corrimos a la última estación antes que se fuera el sol: El hongo. Un rojo atardecer iluminó la impresionante geoforma. Obras de arte del viento. Volvimos a la entrada bordeando las barrancas coloradas. Pero no nos fuimos ya que había luna llena y nos quedamos para el espectáculo.
Ya de noche volvimos a salir en caravana (aunque a la noche lo disfruté mucho más, es imperdible!!!). Recomiendo hacer la visita con el guía Américo. Ya me dirán qué opinan.
El circuito nocturno no tiene comparación: las constelaciones, la luna, el valle pintado, la esfinge… Tal vez no salgan las fotos con flash, pero la experiencia es inolvidable. Esta vez nos sentamos junto a la Cancha de Bochas a meditar y vimos bochas más grandes. También vimos más huesos de dinosaurio.
Caminamos por entre Las Bandejas y la Iglesia Abandonada. Una maravilla. También aprendí mucho sobre las estrellas, especialmente sobre Antares, el corazón de Escorpio.
Llegamos re-tarde al hostel. Afortunadamente al otro día no tuvimos que madrugar sino que salimos al mediodía. Fuimos al Parque Natural Provincial El Chiflón (La Rioja). Se lo denomina «El Chiflón» por el sonido que produce el viento a través de sus montañas.Almorzamos cabrito al vino (si van a Chiflón, no pueden perdérselo) y salimos con el guía. La excursión salió $150 + el transporte.
El guía nos propuso varios circuitos pero elegimos aquel que implicaba un ascenso para tener una visión panorámica del sitio. Lo recomiendo ya que realmente hace la diferencia. Todo el trayecto se realiza a pie.
Empezamos viendo un mortero comunitario y luego subimos al cerro donde quedamos admirados por el paisaje. Allí arriba están los restos de un bosque petrificado. Descendimos luego hacia el Jardín Botánico ya que es un rincón con distintos tipos de plantas. También hay varias geoformas entre las que se destaca un hongo.
Aunque no es tan espectacular como el Ischigualasto o Talampaya, es una linda excursión. Sólo me hubiera gustado que el guía no fuera tan rápido.
Al otro día sí madrugamos ya que fuimos a Talampaya. El Parque es tan inmenso que es imposible recorrerlo en un solo día. Hay otra entrada (antes de llegar a la principal, yendo desde Valle Fértil) que ofrece otras dos excursiones no tan conocidas. Yo deseaba hacer el recorrido de La Ciudad Perdida, pero estaba cerrado porque tenían que despejar un poco el terreno. Igual hicimos el recorrido del Cañón Arcoiris y fue de ensueño. Por fortuna yo tenía los teléfonos y pudimos reservar la excursión de las 10hs desde el hostel.
El paseo, no lo voy a negar, empezó aburrido. Varios kilómetros en una combi por un terreno arenoso. Luego la sorpresa. La sorpresa monumental porque el cañón es impactante, con muchos colores que no parecen reales. Un paisaje mágico e imperdible.
Mientras volvíamos vimos a un cóndor junto a la ruta. Un regalo del cielo. Literalmente.
Paramos a comer en Baldecitos (hay un restaurant en la entrada). El locro está bueno. Pueden pedir para llevar.
Finalmente a la tarde conseguí que un inglés que se hospedaba en el hostel me llevara en auto al Museo «Piedras del Mundo» (no hay transporte público y está a 9km de Valle Fértil). Es un museo privado con tres salas: una de mineralogía (donde aprendí un montón), otra de arqueología y entomología y otra de fauna. También tiene un observatorio astronómico para visitas nocturnas. Me gustó.
A la noche, el dueño del hostel preparó pollo al disco para todos. Nos dividimos los gastos pero igual salió baratísimo. Fue un hermoso final para mis vacaciones.
NOTAS:
- Hostel Valle de la Luna: campobasevalledelaluna@gmail.com
- El Chiflón: cooperativa Pucará: cooperativapucaraltda@gmail.com (0380)-453522
- Cañón Arcoiris. Circuito dentro del Parque talampaya. Costo $250 + ingreso. Duración 2:30hs. (03825)- 15677701 y 15671750. Si uno va solo o en pareja, sale $530. $250 es el precio de tres o más. Ciudad Perdida sale $300 o $690 según la cantidad de gente.
- Museo Piedras del Mundo: piedrasdelmundo@hotmail.com (0264)- 156400200 y 154863943. Abierto todo el año de 8 a 19hs. La entrada sale $40. Vale la pena.